Cristina anunció que nunca más va a ser candidata a nada. Pero más allá del sentido real de esta renuncia, tras el fallo se abre en Argentina un panorama político incierto.
Cristina pretende convencer a los argentinos de que el kirchnerismo y el lulismo son semejantes, pero sus esfuerzos por polarizar a la sociedad dejan entrever muchos más parecidos con el bolsonarismo.
El megacaso que apunta al kirchnerismo lleva seis años y está llegando a su fin. Y más allá de las condenas que surjan de ese veredicto, estas tendrán un gran impacto político para el país.
Existen fundamentos claros sobre la actual sintonía histórica entre las figuras políticas de Lula da Silva, Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Tres figuras diferentes, aunque conectadas, y no sin paradojas, por un presente que nos premia con jugosas lecciones.