El despliegue político de Daniel Noboa, entre marchas y concentraciones masivas, revela un liderazgo centrado en su figura y el desplazamiento de la legitimidad institucional hacia las calles.
El deterioro democrático se agudiza con un crecimiento demográfico desbordado y una agenda pública cada vez más compleja, dejando a la ciudadanía entre la perplejidad, la polarización y la desinformación.
Con la evolución y diversificación de nuevos mercados ilícitos, la capacidad corruptora de las redes criminales desafían la supervivencia de las instituciones democráticas.
En el Día Internacional de la Democracia, América Latina enfrenta el reto de renovar un sistema desgastado por desigualdades y desinformación, pero aún esencial para un desarrollo humano resiliente y equitativo.
Mientras la democracia se erosiona, líderes carismáticos aprovechan el malestar social para consolidar un modelo híbrido: un capitalismo autoritario con rostro populista. De Trump a Bukele, pasando por Milei y Noboa, emerge una generación que encarna una época donde la estabilidad económica pesa más que los valores democráticos.