Las nuevas "relaciones carnales" entre Argentina y Estados Unidos no son un simple retorno al pasado, sino el reflejo de un contexto global profundamente transformado.
Para Milei, si el estado tiene recursos luego de pagar deudas, habrá políticas públicas. Si los recursos disminuyen, disminuirán en idéntica proporción esas políticas.
Entender la política y a los políticos de modo binario distorsiona con frecuencia la realidad, lo cual nos hace vivir en un mundo de mentiras y simulaciones.
Una curiosa ironía la pretensión de reinsertarse en un mundo que ya no existe, y pelearse a cada paso con el mundo que sí existe y del que formamos parte.
Luego de cuarenta años, el contraste entre las esperanzas de ayer y la decepción del presente, explica en buena medida el ascenso de un “gobierno de opinión” que sustenta al presidente Javier Milei.
Milei está rompiendo con una tradición pacifista, razonada y equilibrada de la política exterior argentina para proyectar su propia imagen en el mundo, y no la del país.