Milei ha establecido un modelo de alineamiento incondicional con el “mundo occidental”, en particular con Estados Unidos e Israel, que se consolida con la solicitud de ingreso como miembro de la OTAN.
Existen varias fuerzas opositoras: el kirchnerismo; el peronismo no kirchnerista; la pequeña fuerza de izquierda tradicional; y el Partido Radical que al desarmarse la coalición por obra del macrismo pasó a ser el principal opositor.
Las redes sociales y los líderes inescrupulosos arman una combinación explosiva y pueden ser un factor de erosión más en las relaciones entre los países, como lo muestra la pelea por X del presidente argentino Javier Milei con sus pares de Colombia y México.
El primer mandatario argentino no ha perdido la capacidad de fijar la agenda y establecer profundas conexiones con su electorado y que justifica los ajustes para liberar al país de “la casta”. Por el momento, esta “guerra” vence las limitaciones del bolsillo.
Milei enfrentará varias huelgas generales en los próximos meses. Y a medida que crece el hambre, la imagen positiva del presidente va cayendo: el 54% de la opinión pública es negativa.
A tres meses de la asunción presidencial, el proceso inflacionario se profundiza mientras se multiplican los escollos -especialmente los legislativos- que se le presentan al nuevo gobierno para desregular la economía.