La geopolítica se aplica hoy a casi todo, pero su uso frecuente viene cargado de enfoques limitados y prejuicios que empobrecen el análisis en lugar de enriquecerlo.
Muchos intentan ubicar al nuevo papa como progresista, conservador, o moderado, sin embargo, se trata de categorías inadecuadas para comprender los desafíos de la Iglesia.
La política actual ya no se explica solo con ideologías o programas, sino con emociones y relatos digitales. Comprender por qué figuras como Bukele y Milei dominan este nuevo lenguaje es clave para entender —y disputar— el poder en el siglo XXI.
Mientras emergen voces que atentan contra la supervivencia de la democracia, el desafío es mantener vivo el legado de aquellos que aprendieron que la intolerancia jamás será la solución.
El impacto de un gobierno no se mide únicamente por su desempeño institucional, sino por su capacidad de transformar los hábitos mentales de políticos, funcionarios y ciudadanos.
Aunque se presentan como democráticas, algunas prácticas de consulta esconden tras su fachada mecanismos autoritarios que buscan perpetuar en el poder a ciertos individuos o proyectos.