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Francisco Sagasti: «vemos un espíritu de regeneración en muchas personas que aún no encuentran un vehículo institucional para manifestarse»

«Viaje a Ítaca» es un videopodcast de entrevistas conducido por el Dr. Manuel Alcántara, en el cual entrevista a prominentes Miembros de Club de Madrid. El objetivo de este proyecto es compartir las opiniones de estos líderes sobre la política internacional, regional y de sus respectivos países, basándose en su experiencia personal en el ámbito político y de liderazgo, a través de conversaciones amenas y distendida.

El Dr. Manuel Alcántara entrevista al ingeniero, investigador, escritor y político peruano-costarricense Francisco Rafael Sagasti Hochhausler, quien se desempeñó como presidente del Perú, por sucesión constitucional en su calidad de presidente del Congreso, desde noviembre de 2020 hasta julio de 2021.

Manuel Alcántara: ¿Cómo definiría su trayectoria pública?

Francisco Sagasti: He participado en la creación de varios movimientos políticos, muchos de ellos efímeros. En 2016, me uní al esfuerzo para crear un nuevo partido, el Partido Morado, encargándome del plan de gobierno y estrategia programática. Esto me llevó a ser elegido congresista y luego a asumir la presidencia de la República por sucesión constitucional en uno de los momentos más complicados de la historia contemporánea de nuestro país.

Mi trayectoria siempre ha mezclado la preocupación profesional, académica e intelectual con la política, viendo cómo se puede influir en la toma de decisiones políticas para reorientar la forma en que nos gobernamos de una manera más conveniente para el bien común.

Manuel Alcántara: ¿Usted considera que la política es una profesión?

Francisco Sagasti: Creo que sí, pero no debe ser una profesión excluyente de otras actividades académicas o profesionales. Digo esto porque el mundo en que vivimos es extremadamente complejo. Estamos en un proceso de cambio de época tan importante como la transición del medievo y el renacimiento a la época moderna. Llamo a esto el fin de la era de Sir Francis Bacon, es decir, el fin de un periodo en el cual dominar a la naturaleza a través del entendimiento de la ciencia y el crecimiento económico se convirtió en el objetivo mundial. Eso ha llegado a su fin, y lo que los políticos deben entender es el tiempo en que vivimos, las opciones reales que existen y que es imposible tomar decisiones correctas sin una carrera exclusivamente política.

Manuel Alcántara: En ese escenario de entender el mundo ¿qué papel deberían desempeñar los partidos políticos?

Francisco Sagasti: Creo que debemos reinventar los partidos políticos. Esta es una institución con más de 150-200 años y se creó en momentos en los cuales la comunicación era muy limitada. Había que tener representantes que buscaran intermediarios entre los ciudadanos y quienes ejercían el poder político. Ahora, estamos en una situación diferente. El proceso de desintermediación política permite al ciudadano llegar a los centros de poder de diferentes maneras. Los partidos políticos deben tener otro papel distinto: agregar puntos de vista diferentes y articularlos, buscando un mínimo común denominador que permita institucionalizar la democracia y fortalecer al Estado.

Manuel Alcántara: Usted está poniendo el dedo en la llaga de la polarización. En uno de los aspectos aquí cito a mi querido amigo Moisés Naím: polarización, postverdad y populismo, las tres P que caracterizan ahora desgraciadamente a la política en muchas partes del mundo. Estas tres P afectan el papel de los partidos políticos. Desde su experiencia, si hubiera que organizar una escuela de políticos, ¿en qué elementos pondría usted más el acento?

Francisco Sagasti: Primero, entender el contexto global en que estamos, un cambio de época en el cual el futuro de la humanidad está siendo cuestionado desde diferentes puntos de vista, como el medio ambiente y los avances tecnológicos. Luego, entender cómo el mundo actual se ha modificado en términos de relaciones de poder durante los últimos 5 a 10 años. En tercer lugar, enseñar a estos políticos el camino hacia la importancia del conocimiento científico y tecnológico, y la necesidad de crear capacidades. También, hablar sobre las formas de gobernar en este nuevo contexto. Además, enseñarles a tener conciencia de sí mismos, a reflexionar sobre sus propios sesgos y valores.

Manuel Alcántara: Me alegra muchísimo esta última parte porque el siguiente punto que tenía anotado era precisamente sobre el factor humano en la política. Creo que uno de los problemas actuales de la política es el déficit de calidad o de capacidad humana. En su experiencia en el contexto internacional, ¿qué tres personajes de la política mundial que usted haya tratado le han impresionado más y por qué?

Francisco Sagasti: Es una pregunta extremadamente difícil. No he tenido tanto contacto con personalidades políticas durante el ejercicio del poder. Destacaría a Jimmy Carter, con quien trabajé a través de la Corporación Carnegie de Nueva York. Me impresionó su humanidad, sencillez y manera de ser. Pero más que políticos, he aprendido de personalidades del mundo profesional e intelectual, que estuvieron cerca de la política como consejeros o asesores. Ellos me transmitieron diferentes facetas de lo que he tratado de integrar en mi manera de actuar y ejercer el poder.

Manuel Alcántara: Ha hablado de un norteamericano y un peruano. ¿Destacaría a algún latinoamericano?

Francisco Sagasti: Por supuesto, Fernando Henrique Cardoso, Víctor Urquidi, Marcel Roche, Jorge Sábato, Alberto Guijarro, entre otros grandes amigos y mentores de quienes aprendí muchísimo. Me siento como un médium, transmitiendo las ideas y pensamientos de otros. Mi tarea ahora es transmitir no solo las enseñanzas intelectuales y profesionales, sino cómo se plasman en la práctica al ejercer el poder y la autoridad.

Manuel Alcántara: En este escenario de cambio profundo, ¿qué problemas del orden mundial le preocupan más?

Francisco Sagasti: Me preocupa el abandono de ciertas normas de conducta internacional que nos costó muchísimo construir. La estructura institucional que se armó después de la Segunda Guerra Mundial ha sido sobrepasada. Los valores básicos de convivencia se consideran descartables. Me preocupa que la estructura institucional esté siendo penetrada cada vez más por organizaciones criminales. Necesitamos un proceso de reinstitucionalización y liderazgo alrededor de un conjunto mínimo de valores para mantener la paz y la seguridad.

Manuel Alcántara: En el ámbito regional, en América Latina, ¿cuáles son sus preocupaciones?

Francisco Sagasti: La región atraviesa un periodo muy difícil. Vemos un deterioro de la institucionalidad democrática y del aparato del Estado. Los líderes no tienen la concepción de lo que es ser un estadista y no representan a la nación en su diversidad. Necesitamos una nueva generación de estadistas que sepan respetar a los otros y relacionarse de manera respetuosa y tolerante, pensando en el bien común de la región.

Manuel Alcántara: Finalmente, ¿cuál es el escenario que usted avizora en Perú?

Francisco Sagasti: Es un escenario muy complejo y complicado. Vemos un deterioro de la institucionalidad democrática y del aparato del Estado. La política está siendo ejercida por grupos que buscan saquear el aparato estatal y están siendo penetrados por organizaciones criminales. Sin embargo, también vemos un espíritu de regeneración en muchas personas que aún no encuentran un vehículo institucional para manifestarse de manera clara y decisiva. Nos enfrentamos a un proceso de búsqueda para evitar que el Perú se pierda por inacción o por la acción de los «podridos, congelados e incendiarios».

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