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La política aislacionista de Trump: ¿riesgo u oportunidad para China en la región?

Un menor liderazgo de EE.UU. en la región podría ser aprovechado por Beijing, quien busca fortalecer los vínculos diplomáticos con nuevos socios del continente americano para consolidar su posición geopolítica.

Escepticismo en unos y esperanza en otros, así se ha caracterizado la llegada al poder del mandatario norteamericano a Washington en su versión 2.0. El discurso electoral sustentado en el movimiento “Make America Great Again” despertó todo tipo de sensaciones, no solo entre sus adeptos y opositores a nivel interno, sino entre los diferentes miembros que integran la comunidad internacional. El temor que genera la deportación masiva de inmigrantes ilegales desde su territorio, el distanciamiento diplomático con los aliados regionales y el endurecimiento de la política comercial en beneficio de occidente, son algunas de las promesas de campaña que han hecho temblar los cimientos del mutuo entendimiento con sus vecinos.

Dadas las recientes declaraciones del presidente electo, este proyecta impulsar un paquete de 100 medidas desde el inicio de su gestión, destacando la política de fronteras con México, la cuestión del orden constitucional en Venezuela y la renegociación de tratados comerciales vigentes, un discurso que no ha sido bien recibido entre los gobernantes latinoamericanos y caribeños que empiezan a barajar nuevas posibilidades en el relacionamiento internacional.

Es así que, mientras la retórica trumpista denota señales de aislacionismo, desde Beijing se analiza la probabilidad de ejercer una mayor presencia en el continente americano, mediante el incremento de los flujos comerciales y de inversión y el respeto por los asuntos internos de los Estados.

Relaciones comerciales entre América Latina y China

Desde el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio en el 2001, el gigante asiático ha tenido un ascenso sin precedentes en las cadenas globales de valor. Durante las últimas dos décadas, la participación activa en las ventas externas le llevaron a convertirse en el mayor exportador mundial, alcanzando la suma de $3.511 billones en 2023 según estimaciones. En lo que respecta a las importaciones, estas ascendieron a $3.125 billones, destacando un superávit de $386 billones. De esta cifra, América Latina y el Caribe contribuyó con $0.244 billones de los flujos hacia China y $0.245 billones desde este territorio. 

Entre los proveedores de la nación oriental, Brasil, Chile y Perú, han fortalecido los intercambios bilaterales durante los últimos años. La soja, el petróleo, el cobre y el zinc son algunos de los productos que componen la canasta de exportables y que permitieron consolidar a Beijing como su principal socio comercial. Sin embargo, Argentina, México, Colombia y algunos Estados insulares como República Dominicana, Cuba y Haití, también han dinamizado los lazos mercantiles con este país, aprovechando el potencial que representa acceder a un mercado que supera los 1.400 millones de habitantes.

A nivel de inversiones, la Iniciativa de La Franja y La Ruta (The Belt and Road Initiative), lanzada por el presidente Xi Jinping en 2013, constituye una estrategia ambiciosa para fortalecer la presencia china en el exterior, y América Latina y el Caribe no es la excepción. La iniciativa incluye el desarrollo de obras de infraestructura marítima, aérea, terrestre y ferroviaria, ubicadas en puntos estratégicos de los cinco continentes para facilitar la distribución física internacional de las mercancías, sumado a la conectividad digital y la transferencia de información.

En un periodo caracterizado por la moderación del crecimiento económico y los destellos proteccionistas a nivel global, convertirse en receptores de capital extranjero para la ejecución de proyectos de gran envergadura es una apuesta que despierta el interés de los mandatarios locales y afianza la búsqueda de liderazgo de China en la región.

Washington y Beijing frente a Latinoamérica

En materia de política exterior, América Latina y el Caribe fue una asignatura pendiente para la primera administración Trump más allá del discurso. A pesar de tener en cuenta la situación interna de Venezuela, la renegociación del Tratado de Libre Comercio con México (TLCAN), la migración y el tráfico de drogas en su agenda, se notó la ausencia de un diálogo constructivo y una mayor presencia para abordar los problemas comunes que afectan a la región. Por ejemplo, las sanciones económicas y las tácticas de presión sobre los regímenes cubano, venezolano y nicaragüense, influyeron en el distanciamiento de algunos gobiernos latinoamericanos con Washington y polarizaron la discusión política entre sus mandatarios.

El retorno del presidente estadounidense a la Casa Blanca plantea una serie de retos que, dadas las recientes promesas de campaña, tienden a mantener la línea dura respecto al tratamiento otorgado a sus vecinos. Asimismo, los ideales contenidos en el movimiento “Make America Great Again” se encaminan a reducir la cooperación con sus aliados de antaño, a la búsqueda de ganancias en el corto plazo y a priorizar las discusiones internas en detrimento de lo internacional. De esta manera, se podría dar continuidad a una política aislacionista presente en el primer cuatrienio, donde se reflejó un mínimo interés por los asuntos de América Latina en comparación con otras latitudes.

En línea con lo anterior, un menor liderazgo de EE.UU. en la región podría ser aprovechado por Beijing, quien busca fortalecer los vínculos diplomáticos con nuevos socios del continente americano para consolidar su posición geopolítica contenida en la Iniciativa de La Franja y La Ruta. Los Tratados de Libre Comercio firmados con Chile, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua y Perú, sumado a las alianzas estratégicas en materia comercial y de inversiones con un número significativo de Estados son una muestra de ello.  

Autor

Magíster en Asuntos Internacionales de la Universidad Externado de Colombia. Consultor e investigador sobre política exterior y relaciones internacionales. Miembro de la Corporación Red Colombiana de Relaciones Internacionales REDINTERCOL.

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