Este año se cumplen 20 años de la primera victoria de Hugo Chávez en las urnas venezolanas y el inicio de un ciclo de gobiernos de izquierda que se extendió a gran parte de la región. Durante dos décadas se instauraron en gran parte de los países latinoamericanos, salvo México, Colombia y algunos otros países de menor tamaño, gobiernos que abarcaron todo el espectro de la izquierda, desde la centroizquierda moderada hasta regímenes neopopulistas. Diferentes enfoques que pertenecieron a un mismo ciclo que será recordado por el gran crecimiento económico gracias al boom de las materias primas y a la disponibilidad del capital global, a la importante baja de la pobreza, la desigualdad y el aumento de la clase media, y al destape de los mayores casos de corrupción de la historia latinoamericana.
A dos décadas del inicio del ciclo liderado por Chávez, la nueva victoria de Sebastián Piñera, el candidato de la derecha en Chile, es solamente el último revés que sufre la izquierda en la región. El estancamiento de la economía a partir del 2014, debido sobre todo a la caída de los precios de las materias primas, y los numerosos casos de corrupción causaron un aumento de la inestabilidad en la región y poco a poco varios gobiernos de izquierda fueron relevados por otros de derecha en sucesivas elecciones o a través de destituciones como en el caso de Dilma Rousseff en Brasil y Fernando Lugo en Paraguay.
dos terceras partes de los latinoamericanos tendrán que elegir en 2018 a su próximo presidente
Tras el fin de la recesión económica, la recuperación de la demanda y los precios de los commodities ha devuelto cierta esperanza a los países sudamericanos, mientras México, amenazado por el proteccionismo de Trump y el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLACAN), busca nuevos horizontes. En este marco, dos terceras partes de los latinoamericanos tendrán que elegir en 2018 a su próximo presidente en los comicios generales de México, Brasil, Colombia, Paraguay, Costa Rica y supuestamente Venezuela.
La primera vuelta de las elecciones de Costa Rica en febrero será la primer contienda regional, y las encuestas apuntan a que la centroderecha recuperará el gobierno. En Paraguay, el claro favorito para las elecciones de abril es el candidato de derecha vinculado al ala más conservadora del Partido Colorado. Y en Colombia, los comicios que se llevarán a cabo en el mes de mayo, dentro de un clima polarizado entre defensores y retractores de los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC, aún no tienen un claro favorito. Pero, de momento, las encuestas ubican al candidato independiente Sergio Fajardo, líder de la Coalición Colombia, integrada tanto por sectores de centroizquierda como de centroderecha, a la cabeza.
Será recién el 1.º de julio que tendrá lugar la primera de las dos elecciones que marcarán el futuro de la región. En medio de la mayor ola de violencia y con escándalos de corrupción que rebasan cualquier límite, los mexicanos tendrán que elegir ese día a su próximo presidente. Y en ese contexto, quien lidera todas las encuestas es el candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador, que en 2006 fuera derrotado por Felipe Calderón por una diferencia de apenas el 0,56%. Si bien el candidato de izquierda —quien abandonó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tras las elecciones del 2012 y actualmente lidera la coalición Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA)— tiene el apoyo de importantes sectores empresariales, gran parte de sus contrincantes tratan de sembrar la duda en el electorado presentándolo como el “Chávez mexicano”.
La segunda elección clave es la de Brasil en el mes de octubre. En un clima de mayor estabilidad política y con una economía en recuperación, tras la dudosa destitución de la presidenta Dilma Rousseff y la asunción de Michel Temer, todos los sondeos dan como claro ganador a Lula da Silva. Sin embargo, su candidatura está en manos del poder judicial, ya que depende del resultado de la apelación del expresidente en contra de su condena por corrupción. Unas elecciones sin Lula como candidato serían radicalmente diferentes. Sin embargo, según el Instituto Datafolha de São Paulo, de momento el 38% de los votantes tienen la intención de votar a quien el expresidente designe para sustituirlo en caso de no poder ser candidato.
El país que debe cerrar el calendario electoral es Venezuela. “En el año 2018 llueva, truene o relampaguee vamos a las elecciones presidenciales como manda nuestra Constitución”, afirmó Nicolás Maduro el año pasado. La fecha de los próximos comicios todavía no ha sido anunciada y, según los analistas, el mal momento que atraviesa la oposición podría ser aprovechado por el gobierno para adelantar la fecha que tradicionalmente ha sido en el mes de diciembre. Sin embargo, todavía está por verse si Maduro cumple su palabra de celebrar las tan esperadas elecciones presidenciales.
El país que hace 20 años impulsó a la izquierda en la región, hoy no solo es incapaz de garantizar las condiciones fundamentales de una democracia, sino que está siendo testigo del fin del ciclo que vio nacer. La izquierda latinoamericana está debilitada y las próximas elecciones en Costa Rica probablemente le sumarán una nueva derrota. No obstante, a pesar de que aún faltan varios meses para los comicios en Brasil y México, si los resultados de las encuestas se cumplen y la izquierda llega al gobierno en las dos potencias de la región, el 2018 podría inaugurar un nuevo ciclo de izquierda en América Latina.
Foto por Eneas on Trend Hype / CC BY
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Autor
Periodista, Máster en Periodismo de la Universidad de Barcelona y en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Complutense de Madrid.