Historiador económico y profesor titular en Estudios Latinoamericanos en el Instituto Nórdico de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Estocolmo. Investiga en temas de geopolítica y desarrollo.
Los países nórdicos pueden desempeñar un papel clave en el acercamiento entre Europa y América Latina ya que no tienen una “carga colonial” directa y el “modelo nórdico” es bien visto por amplios sectores de la sociedad latinoamericana.
El destino de Ucrania es una advertencia para los países débiles que anden solos por el mundo. Confrontar a las grandes potencias en conjunto debería ser un imperativo de seguridad para los países latinoamericanos.
Los grandes adversarios ideológicos del ‘nacionalismo’ están hoy en crisis, al igual que la idea de la ‘globalización’. Esto abre la puerta al retorno de visiones culturales nacionales, en algunos casos empaquetadas dentro de dimensiones civilizatorias.
Las primeras décadas del siglo XX significaron un período de profunda crisis económica y social. La dominante fe en el crecimiento de mercados, el libre comercio y precios altos de los productos primarios cambió por proteccionismos, reducción de precios, falta de crédito y contracción en importaciones claves.
Los pueblos están en marcha; Chile, Ecuador, España, Líbano, Hong Kong, Argelia, Iraq, Venezuela, Rusia, Honduras o Etiopía. En distintos lugares del mundo hay una sucesión de grandes manifestaciones, protestas, esperanzas y frustración. Se retoman viejos profetas o surgen nuevos.