El proceso soberanista catalán mantiene conmocionada a la opinión pública internacional que se hamaca entre partidarios o detractores. Y en América Latina, la región del mundo más desacostumbrada a conflictos separatistas, el simple hecho de imaginar a la Madre Patria fracturada nos da vértigo.
La emigración de paraguayos y bolivianos a Argentina, de haitianos a República Dominicana o nicaragüenses a Costa Rica es parte de un fenómeno en ascenso. En los últimos 10 años, según la OIM, han cambiado sus patrones de migración. Los latinoamericanos nos movernos cada vez más dentro de la región.
Las perspectivas económicas para este año son optimistas. Sin embargo, durante el 2015 y 2016 América Latina sufrió una recesión profunda, que si bien afectó más a Brasil, Argentina y Venezuela, se sintió en todos los países. En este contexto: ¿cómo pudo la región sostener los avances sociales alcanzados en las décadas anteriores?
En Brasil, el expresidente Lula fue condenado a nueve años y medio de prisión por corrupción, mientras que el actual presidente, Temer, compra votos en el congreso para evitar ser juzgado. En Perú, el expresidente Humala ya acompañan en prisión a Fujimori, mientras Toledo está prófugo en EEUU y Alan García es investigado.
En América Latina los países con mayor desarrollo humano son los que menos creen en Dios, mientras que los de menor desarrollo son de los que tienen más fe. Chile, Argentina y Uruguay, quienes cuentan con los mayores índice de desarrollo humano según PNUD, se distinguen además por tener los índices más altos de ateísmo.
Según el Índice de Percepción de la Corrupción publicado recientemente por Transparencia Internacional, la corrupción aumentó el año pasado en América Latina. El retroceso fue notorio en 11 países, México registró la mayor caída y Venezuela se consolidó como uno de los países más corruptos del mundo.