Cientista Político. Profesor de la Univ. Federal del Estado de Rio de Janeiro (UNIRIO) y de la Pontifícia Universidad Católica de Rio de Janeiro. Coordinador del Instituto Mais Democracia. Doctor por IUPERJ (actual IESP/UERJ)
Coautores Ciro Torres, João A. Lins Sucupira, Luiz M. Behnken
La democracia brasileña es quizás, desde el punto de vista institucional, una de las más permeables a la participación social. Sin embargo, esta participación no llega a los órganos que gestionan las finanzas públicas y las políticas económicas.
Frente a las amenazas golpistas de Bolsonaro y sus partidarios, diferentes sectores de la sociedad se han pronunciado públicamente en defensa de la democracia brasileña.
La polarización electoral en Brasil, que ya se preveía desde la anulación de las condenas del ex presidente Lula, no sólo se confirma, sino que proyecta una elección presidencial plebiscitaria, ya en primera vuelta.
Se ha especulado mucho, dentro de la izquierda, sobre el significado y las implicaciones de una eventual alianza Lula-Alckmin en las elecciones de 2022, dos políticos antagónicos en el pasado.
Los grandes bancos, fondos de inversión y grupos privados no estarán dispuestos, fácilmente, a renunciar a Bolsonaro. Estos no ocultan su total alineación con la agenda económica del gobierno.
América Latina es escenario de disputas entre grandes empresas por el control del agua. Estas presiones para privatizar las fuentes de agua y los servicios de saneamiento son resistidas en Bolivia, Argentina, México y, más recientemente en Chile y Brasil.
Brasil vive uno de los momentos más trágicos de su historia y con una contracción de su PIB del 4%. Pero el movimiento financiero en la Bolsa de Valores batió récords. El índice Bovespa superó la marca inédita de 120 mil puntos y el volumen de negocio fue casi cinco veces el PIB del año. ¿Cómo ocurrió esto?