La independencia partidaria ha emergido como un atributo que otorga confianza en un sistema político percibido por muchos ciudadanos como opaco y alejado de sus verdaderos intereses.

El protagonismo que han alcanzado estos discursos de odio es preocupante, entre otras cosas, porque amplifica la visibilidad y resonancia de prejuicios ya existentes y contribuye a deteriorar la convivencia social.

Según un estudio realizado en Chile existe una alta desconfianza en las encuestas, incluso entre quienes las contestan con regularidad. ¿Por qué tantas personas sospechan de la falsificación y manipulación de los datos?

Los estudios de opinión pública revelan un contexto de antagonismos que hace difícil que esta conmemoración pueda ser aprovechada para forjar acuerdos amplios que fortalezcan la democracia.