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Conflicto en Las Bambas: la explotación china del cobre peruano

Perú alberga cuatro de las 20 minas productoras de cobre más grandes del mundo que en el año 2020 contribuyeron con el 8,3% de la producción mundial de este mineral y donde en el octavo lugar se encuentra la mina Las Bambas que aportó el 2.2%. Sin embargo, la empresa china responsable lleva más de un mes inactiva debido a que los comuneros han bloqueado la vía que conduce a la mina como consecuencia del conflicto que viene escalando desde el año 2015 entre la empresa y las comunidades locales.

Inversiones mineras en Perú

La inversión china en minería ha impulsado la producción nacional de minerales, especialmente de cobre. Actualmente, las concesiones mineras operadas por empresas chinas en Las Bambas (MMG Ltd) y Toromocho (CHINALCO), y la empresa de relaves Shouxin producen concentrados de cobre. En el año 2020, la producción de cobre de estas empresas representó el 25% de la producción nacional, donde Las Bambas contribuyó con el 15%. Ese año, la empresa fue la cuarta con mayor producción de cobre, el valor de sus exportaciones contribuyó con 5% al total exportado por Perú al mundo, con 14% en las exportaciones de cobre y con 1% del PIB total.

Las Bambas es hasta ahora la mayor inversión extranjera realizada en el Perú, por la cual la empresa china MMG Ltd. pagó US$7,000 millones de dólares y hasta la fecha ha generado una inversión de US$4 mil millones de dólares en ampliaciones y otros adicionales. El monto total de la inversión representa un poco menos que la onceava parte de la inversión extranjera total acumulada al 2020 en el Perú (US$115 mil millones de dólares según cifras de la CEPAL). Y en el plano laboral, la empresa genera más de 2.500 puestos de trabajo directos y alrededor de 5,000 puestos por medio de contratistas.

Aunque este yacimiento minero es un activo importante para el crecimiento de la economía peruana, Las Bambas enfrenta conflictos sociales desde que se abrió la convocatoria pública para la adjudicación del proyecto en el año 2004 a causa, principalmente, de la oposición de las comunidades locales.  Sin embargo, desde el 2015 los disturbios y las protestas han ido escalando, dejando desde entonces y hasta la fecha cinco muertos.

El origen del conflicto y las demandas

Antes que la empresa china MMG Ltd. adquiriera la concesión minera en el año 2014, esta pertenecía a la empresa suiza Glencore, la cual había considerado transportar los minerales a través de un mineroducto que pasaría primero por otra concesión minera de la empresa. Sin embargo, luego del traspaso, la construcción de este ya no se consideró rentable, por lo que se realizó una modificación al «Estudio de Impacto Ambiental» (EIA) y se empezó a transportar el mineral por vía terrestre.

Las vías que conducen a Las Bambas atraviesan tierras que pertenecían a diferentes comunidades campesinas. En el año 2016, estas tierras fueron incorporadas por el Estado peruano al “Corredor Minero del Sur”, vía que conecta diferentes concesiones mineras en las regiones de Apurímac (donde se encuentran Las Bambas), Cusco y Arequipa. En el caso del área de influencia de Las Bambas, unas 40 comunidades han reclamado por el uso de las tierras, que, según sus representantes, el Estado incorporó al corredor vial sin su consentimiento.

Un primer reclamo es de carácter ambiental, ya que el constante tránsito de camiones cargados con minerales e insumos para la explotación levanta polvareda afectando a la salud de los habitantes y al ganado que se alimenta de los pastizales adyacentes a la vía. Algunas comunidades piden indemnización por la contaminación ambiental y otras piden que ya no se utilice esa vía.

Otro reclamo es el estancamiento de las negociaciones, desde el comienzo de la pandemia, por la venta de sus predios al Estado. Además, de acuerdo a los comuneros, aún quedan pendiente pagos y piden que se incremente el precio por metro cuadrado de sus tierras. Por otro lado, otros solicitan que se les indemnice por el uso de sus tierras desde el año 2014 y luego acordarían el precio de venta. Por último, estas comunidades también reclaman ser proveedores de bienes y servicios de la minera.

Desde el inicio del conflicto se han formado varias mesas de diálogo con altos funcionarios del Estado y representantes de Las Bambas, sin mucho éxito. Según la empresa, los acuerdos que se logran no llegan a implementarse porque algunos comuneros no quieren reconocer las actas firmadas durante las mesas de diálogo.

Perú es el segundo mayor productor de cobre del mundo después de Chile. Actualmente, la demanda por este mineral se ha incrementado y se proyecta que aumentará en las próximas décadas por el uso cada vez más frecuente de energías renovables y autos eléctricos.

Al igual que en otros países de América Latina, los conflictos sociales entorno a la minería no son nuevos en Perú, pero generan grandes pérdidas económicas y le restan competitividad como país destino de inversiones. Lamentablemente, la ausencia del Estado y una agenda ambiental insuficiente, así como la falta de empatía y capacidad de negociación de los diferentes gobiernos con las comunidades aledañas a los proyectos mineros ha desembocado en la situación actual, comprometiendo la seguridad y el desarrollo económico del país.


Episodio relacionado de nuestro podcast:

* Este texto fue publicado originalmente en la web de REDCAEM

Autor

Profesora e investigadora del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima). Tiene un MBA por el Instituto de Mercados Emergentes de la Universidad Normal de Beijing

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