Aquello que distingue a la escena política argentina es la velocidad con la que los electores redefinen el mapa político. En poco más de un mes, un gobierno que parecía agotado logró reconstruir su base y proyectar una nueva hegemonía. Este dinamismo, aunque caótico, también revela la vitalidad de un sistema político capaz de reinventarse a sí mismo una y otra vez.
En efecto, hasta hace pocos días contábamos con un gobierno caracterizado por su debilidad estructural —carente de soporte territorial, legislativo y técnico; sin gobernadores provinciales o referentes locales propios; sin control de la calle en manos de los movimientos sociales; y con un apoyo condicional del mercado y de la opinión pública— y al mismo tiempo una vocación hegemónica con dificultades para traducir su narrativa en una construcción territorial sólida. El desfavorable resultado de los comicios en la provincia de Buenos Aires venía a poner en toda su dimensión estos límites estructurales del gobierno de La Libertad Avanza-LLA.

Sin embargo, y como en los comicios del año 2023, mientras que a nivel municipal y subnacional el electorado votó a los líder des políticos locales, en el ámbito nacional tuvo lugar un sorprendente y contundente triunfo del oficialismo en un contexto de dos años de gobierno signados por un severo programa de ajuste y el desgaste político del mismo provocado, en buena medida, por sucesivas crisis autoinfligidas entre las que podemos mencionar la alocución del presidente Milei en el foro de Davos; el episodio del denominado “Criptogate”; una inauguración de la actividad legislativa que terminó otorgando centralidad al encontronazo entre el “ingeniero del caos” Santiago Caputo y el diputado de la Unión Cívica Radical Facundo Manes y no al discurso presidencial a comienzos del mes de marzo; el “confuso” episodio con el (ex) candidato a diputado nacional José Luis Espert…y la lista continúa.
¿Qué factores explican el triunfo de La Libertad Avanza?
La Libertad Avanza-LLA triunfó en quince provincias incluyendo resonantes triunfos en los distritos de Buenos Aires, Santa Fé y Córdoba entre otros, quedando solo nueve distritos fuera de la ola oficialista: Catamarca, Corrientes, Formosa, La Pampa, La Rioja, Tucumán, Santa Cruz, Santiago del Estero y San Juan.
Como consecuencia de este triunfo, el oficialismo ha quedado cerca del quórum propio, con aliados en la cámara de Diputados y capacidad de veto en el Senado Nacional habiendo sumado doce legisladores en la cámara alta.
Distintos son los factores que permiten explicar este triunfo, el primero de ellos tiene relación con la implementación de la Boleta única de Papel (BUP) que hizo posible llevar a cabo un recuento más transparente alejando así las sospechas asociadas a la boleta “sábana” como el robo de boletas, o la potencial manipulación del elector entre otras.
Otro factor relevante fue el del temor al retorno del peronismo en su variante kirchnerista (“El riesgo Kuka”): en efecto, la memoria en torno del pasado reciente predominó sobre las dificultades y privaciones del presente: si la política se puede definir en torno a ciertas emociones predominantes, el miedo ha sido el principal factor que explica el cambiante comportamiento de los electores.
Finalmente, cabe destacar el fracaso de otras opciones electorales alternativas como Provincias Unidas-PU que no lograron romper el clima de polarización entre los dos bloques ideológicos principales -Fuerza Patria y La Libertad Avanza-: solo uno de los jefes distritales de PU logró el triunfo en su territorio, el gobernador de la provincia de Corrientes Gustavo Valdés.
Entre la sorpresa y la incertidumbre
En base a estas primeras consideraciones cabe preguntarse si el presidente Milei tiene el camino allanado para su reelección en 2027.
La respuesta es ambigua, dado el limitado carácter predictor de las elecciones legislativas; recordemos al respecto el exitoso derrotero de Cristina Fernández de Kirchner en 2011, luego de la derrota en el año 2009 y aquel fallido de Mauricio Macri en los comicios de 2019, después de su triunfo en 2017.
En perspectiva regional, el caso argentino confirma una constante latinoamericana: los liderazgos disruptivos pueden emerger rápidamente y consolidarse desde el poder, pero su sostenibilidad depende de su institucionalización. En este sentido, Milei comparte un dilema similar al de otros outsiders que llegaron al gobierno —desde Nayib Bukele en El Salvador hasta Jair Bolsonaro en Brasil—: transformar la movilización inicial en estructura política duradera.
La política argentina te da sorpresas…
La canción “Pedro Navaja”, compuesta e interpretada por Rubén Blades con arreglos de Willie Colón, es uno de los temas más emblemáticos del género de la salsa.
La historia narra el destino de Pedro Navaja, un delincuente del barrio, y su inesperado encuentro con una prostituta, que termina en una tragedia. El verso final —“la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”— se convirtió en una frase proverbial en toda América Latina, reflejando el tono irónico y social de la canción.
Esa frase proverbial bien podría explicar los cambios en el escenario electoral argentino.











