Argentina y Uruguay tienen un pasado común y profundos vínculos en múltiples dimensiones, desde el plano económico hasta el cultural. Durante los últimos cincuenta años los procesos políticos en los dos países han tenido coincidencias visibles: violencia política y dictaduras desde los sesenta hasta los setenta; transición a la democracia en los ochenta; giro “neoliberal” en los noventa; crisis económica profunda y giro a la izquierda a comienzos del siglo XXI. El proceso electoral que se está dando en este momento en las dos orillas del Río de la Plata parece querer agregar similitudes. Los calendarios de las elecciones coinciden casi a la perfección: hubo primarias entre julio y agosto. Esta vez, por primera vez en la historia, las dos vueltas presidenciales están previstas para los mismos días: 27 de octubre y 24 de noviembre. En ambos países, además, hay aroma a alternancia. De todos modos, la política en ambos tiene diferencias notorias en instituciones y comportamientos.
Las primarias argentinas nacieron de una reforma electoral de 2009 que las convirtió en simultáneas, abiertas y obligatorias (PASO) (todos los ciudadanos que tengan hasta 70 años están obligados a ir a votar, y todos los partidos deben presentar su papeleta para los cargos en juego) y se pusieron en práctica desde 2011. Dada la actual e inédita situación política que se produjo a partir de los resultados del 11 de agosto pasado, cuando se dio como un hecho que el presidente Mauricio Macri no logrará ser reelecto, se avivaron una serie de críticas que probablemente lleven a un gran debate en el próximo periodo legislativo.
Las primarias en Uruguay se crearon, por su parte, partiendo de la reforma constitucional de 1997 que, además, instaló el sistema de doble vuelta para la elección presidencial, y separó en el tiempo las elecciones nacionales de las departamentales. Las primarias no son obligatorias y, como regla general, son muy competitivas. Para que un candidato sea elegido presidente, este debe superar el umbral del 50% de los votos en primera o segunda vuelta. El Parlamento se elige conjuntamente con la primera vuelta de la elección presidencial.
En Argentina no hubo primarias efectivas en ninguna de las 10 fuerzas que se presentaron a las primarias presidenciales, aunque sí hubo competencia para los cargos legislativos en 18 de los 24 distritos electorales del país. El ejercicio electoral se convirtió en una gran encuesta anticipada que tuvo efectos políticos reales. La fórmula de Alberto y Cristina Fernández (CFK) obtuvo casi 17 puntos de ventaja sobre la que encabeza Macri, lo que hace que sea muy probable el que los opositores se impongan en primera vuelta sin necesidad de concurrir a un balotaje.
En la orilla de enfrente, hubo competencia intensa y sorpresas significativas. En el Frente Amplio, por la nominación presidencial, compitieron cuatro candidatos. El más votado fue el socialista Daniel Martínez, exintendente del departamento de Montevideo. En el Partido Nacional se impuso, como hace cinco años, Luis Lacalle Pou. En los colorados, la derrota del expresidente Julio María Sanguinetti fue sorpresiva y categóricamente perdió ante Ernesto Talvi, un economista que dio el salto a la política desde un think tank de orientación liberal. Las primarias dejaron en evidencia que también en Uruguay hay espacio para los partidos que prosperan en el río revuelto del desencanto: Cabildo Abierto, un partido creado este año en torno a la figura de Guido Manini Ríos, un excomandante en jefe del Ejército, que fue destituido por Tabaré Vázquez en febrero de 2019, fue el cuarto partido más votado.
Las elecciones PASO argentinas conmocionaron la escena política y los mercados. Dada la contundencia del resultado de las elecciones, y partiendo de los antecedentes de política económica de CFK, el lunes 12 de agosto la economía estalló con una devaluación cercana al 20%. Esto produjo todo tipo de alarmas en el mundo financiero, subió el riesgo país y se profundizó la fuga de capitales, lo que debilitó las reservas del Banco Central. El Gobierno anunció una serie de medidas a corto plazo para reanimar la economía y combatir la inflación. Pero se vio obligado a “reperfilar” la deuda a corto plazo y aplicó un control de cambios a contramano de su deseo. La turbulencia económica se podría profundizar si el Fondo Monetario Internacional (FMI) decide no girar los 5.400 millones de dólares que debería como fruto del acuerdo de un año atrás. En cualquier caso, los actores económicos, políticos y sociales dan por segura la futura presidencia de Alberto Fernández, de modo que toda la expectativa está puesta sobre sus dichos y gestos.
A diferencia de lo ocurrido en Argentina, las primarias uruguayas no generaron incertidumbres mayores»
A diferencia de lo ocurrido en Argentina, las elecciones primarias uruguayas no generaron incertidumbres mayores. Los partidos priorizaron el ajuste de sus plataformas electorales y la elaboración de listas de candidatos a senadores y diputados, y pusieron rápidamente proa a octubre. El Frente Amplio, que sigue siendo el partido más poderoso pese a que su intención de voto es la más baja en dos décadas, intenta recuperar espacio entre los electores centristas. El Partido Nacional y el Partido Colorado, mientras tanto, hacen equilibrio entre la promesa de cooperar entre sí en una eventual coalición de gobierno y competir por pasar al balotaje (y, por ende, por el liderazgo de la coalición en ciernes). En cualquier caso, el panorama está muy claro. Lacalle Pou o Talvi, uno de los dos pasará al balotaje, contará con el apoyo del otro y buscará construir una coalición que ofrezca mayoría parlamentaria en ambas cámaras. En caso de ser necesario, buscarán y obtendrán el apoyo de partidos menores. Se avecinan tiempos de cambio en Río de la Plata.
Foto de Cancillería Argentina en Foter.com / CC BY
Autor
Cientista político. Profesor e investigador en el Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Uruguay). Se ha especializado en el análisis de la difusión de las ideas y en el rol de los técnicos en la política.