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Futuro puerto de Chancay: relevancia para el Perú y para América Latina

Según diversas estimaciones, a finales del 2024 comenzará a operar la terminal portuario multipropósito de Chancay, considerado como una de las obras más ambiciosas para dinamizar el comercio internacional en Sudamérica.

El proyecto tiene carácter privado y el monto de la inversión se calcula en más de USD 3.600 millones de dólares. Sus accionistas son la empresa de capitales chinos Cosco Shipping Ports Limited (CSPL), con una participación del 60%, y la peruana Volcan Compañía Minera, con el 40%. Es el primer puerto privado de uso público en el Perú, lo cual significa que el titular es dueño del terreno donde operará el puerto y pagará un derecho por el uso del área acuática, diferenciándose de esta manera de los puertos de propiedad pública, concesionados y operados enteramente por privados.

Por sus características geográficas y de conectividad, la localización de la obra es ideal para la construcción de esta clase de megaproyectos, porque el distrito de Chancay está ubicado solamente 80 km al norte de Lima, lo cual permitirá descongestionar las operaciones en el puerto de El Callao, que se encuentran saturadas, a pesar de los esfuerzos de sus actuales operadores para ampliarlo y hacerlo más eficiente. Por ello, el terminal portuario multipropósito de Chancay tiene como objetivo posicionarse como uno de los espacios logísticos más modernos y eficientes del Perú, con lo último en tecnología para recibir a los barcos portacontenedores más grandes del mundo.

Para el Perú, son innegables los beneficios que brindará al país la puesta en marcha de este proyecto. En primer lugar, el puerto de Chancay contribuirá a un mayor dinamismo de su economía, así como a la mejora de la competitividad de las exportaciones. Asimismo, generará nuevos negocios y oportunidades comerciales para el Perú, convirtiéndolo en el primer centro logístico del Pacífico en América Latina para hacer negocios con el continente asiático, y en particular con China. Adicionalmente, y debido a su ubicación y rutas de acceso, el proyecto generará oportunidades para la carga proveniente del oriente y sierra central del país, elevando de esta manera su competitividad frente a otros mercados.

En segundo lugar, los encargados de la obra afirman que generará 10.000 nuevos empleos tanto directos como indirectos, así como impulsará el desarrollo de la zona circundante y los intercambios, a pesar de que sus detractores alertan sobre su impacto social y denuncian también daños al medio ambiente como consecuencia de su construcción y posterior operación.

A nivel de Sudamérica, el nuevo puerto de Chancay es muy importante porque será un hub que moverá la carga desde y para Chile, Ecuador y Colombia. Además, y como un gran objetivo estratégico, el puerto se erigirá en una de las principales conexiones de China con los países de la costa oeste de Sudamérica, sirviendo de esta forma como un puente para el creciente comercio de mercancías de esta región con el Asia-Pacífico, hoy por hoy la más dinámica del mundo.

La relación del Perú con China está en su mejor momento. El Perú tiene firmado con este país un tratado de libre comercio actualmente en proceso de optimización, lo que ha permitido que el gigante asiático sea ahora su primer socio comercial luego de la puesta en vigencia del convenio. Además, desde hace una década ambos países elevaron sus relaciones diplomáticas en el nivel de Asociación Estratégica Integral, lo que ha ayudado a consolidar la amistad y la cooperación en diferentes campos. Finalmente, el año pasado, el Perú se adhirió formalmente como miembro del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y el 2019 suscribió el Memorando para la participación del Perú en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un plan de inversiones masivas para construir grandes proyectos de infraestructura en todo el mundo lanzado por el presidente chino Xi Jinping en el año 2013.

Precisamente, para algunos, el proyecto del puerto de Chancay está enmarcado dentro de la llamada Ruta Marítima de la Seda, que podría convertir al Perú en una potencia comercial en América Latina y será un valioso instrumento para el fortalecimiento de las relaciones de amistad y cooperación con China en los próximos años.

Sin embargo, para otros, este proyecto forma parte de un gran plan geopolítico de China para ampliar su esfera de influencia, desarrollar su comercio, aumentar su riqueza e incrementar su poder diplomático y militar. Existe en ese sentido mucha preocupación por parte de algunos países, especialmente de Estados Unidos, que consideran que el aumento de la presencia e influencia de China en la región a través de estas inversiones representa una potencial amenaza al crear una excesiva dependencia de los lazos comerciales y crediticios con este país, los cuales generan además un alto déficit comercial y una elevada deuda.

La región Asia Pacífico es de suma relevancia para el desarrollo de nuestra región y le ofrece oportunidades sin precedentes. Sin embargo, este es aún un mercado sin explotar y tendría un impacto muy grande en la economía, el comercio y las inversiones. Por ello, la puesta en marcha del puerto de Chancay contribuirá de manera significativa a este proceso como un elemento dinamizador sobre todo en un contexto actual de competencia estratégica entre las dos principales potencias mundiales como son Estados Unidos y China.

* Este texto fue publicado originalmente en la web de REDCAEM

Autor

Asesor del Vicerrectorado de Investigación de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) para el proyecto relaciones PUCP-Asia y miembro de la Red China y América Latina - REDCAEM. Fundador y ex director del Instituto Confucio de la PUCP.

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