Una región, todas las voces

L21

|

|

 

Marco Rubio enfrenta la influencia china en Centroamérica con restricciones de visas

Estados Unidos endurece su política exterior en Latinoamérica al convertir las visas en herramienta para frenar la expansión de China en la región.

Mientras Trump militariza la lucha antinarcóticos en el Caribe, amenaza a Maduro en Venezuela y negocia con Putin en Alaska y Netanyahu en Israel, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, también combate la participación de China en Centroamérica, utilizando las visas como arma.

El 4 de septiembre, Rubio tuiteó: “Estados Unidos se compromete a contrarrestar la influencia corrupta de China en Centroamérica. Hoy, el @StateDept anuncia una nueva política de restricción de visas que restringirá las visas estadounidenses para los ciudadanos centroamericanos y sus familiares directos que actúen intencionalmente en nombre del Partido Comunista Chino y amenacen la estabilidad de nuestra región”.

El anuncio señala un mayor esfuerzo de Washington para frenar la influencia de Pekín en Latinoamérica, algo que Rubio ha buscado desde sus años como senador estadounidense. Mientras la administración Trump diseña su política exterior orientada a Latinoamérica, estas restricciones de visas revelan una nueva estrategia de oposición a China en la región, que se centra en individuos y utiliza el palo en lugar de la zanahoria.

Centroamérica y China

Centroamérica está en el centro de los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar la creciente actividad política y económica de China en Latinoamérica. La región alberga a Guatemala y Belice, dos de los doce países que aún mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán y, por lo tanto, renuncian a las relaciones con China, que se niega a mantener relaciones con cualquier país que reconozca diplomáticamente a Taiwán.

El resto de los países centroamericanos (Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Honduras) rompieron relaciones con Taiwán desde 2007 para establecer relaciones con China. A cambio, Pekín les ha otorgado proyectos de infraestructura, ayuda para el desarrollo y acuerdos comerciales.

En El Salvador, cabe destacar que China ha construido una biblioteca nacional de vanguardia de siete pisos en la capital, con ventanales de piso a techo y una bandera china izada en el frente. En las afueras de la ciudad, el gobierno chino está financiando la construcción de un nuevo estadio nacional de 100 millones de dólares con capacidad para aproximadamente 50.000 aficionados, cuya finalización está prevista para 2027. A una hora al sur de la costa, empresas chinas construyen un muelle turístico en Surf City: un destino vacacional que el líder populista salvadoreño Nayib Bukele promueve para renovar la imagen de su país tras años plagados de violencia pandillera. Si bien se ha consolidado como un aliado de la nueva administración Trump al acoger a migrantes deportados en su nueva megaprisión, Bukele también ha ayudado a China a aumentar su influencia en Centroamérica.

Respuesta de Rubio

Como senador, Rubio condenó la creciente presencia de China en América Latina en sus testimonios ante el Congreso y presentó una legislación para reducir la influencia financiera de China en la región. En redes sociales, denunció a El Salvador por establecer relaciones con China en 2018, amenazó a Guatemala con recortar la ayuda si hacía lo mismo y elogió a Paraguay por ser el único país sudamericano que mantiene relaciones con Taiwán. En enero, alertó sobre la decisión de los países latinoamericanos de abandonar Taiwán por China durante su audiencia de confirmación, y se comprometió en un artículo de opinión a ayudar a los países latinoamericanos a «resistir más fácilmente a países como China, que prometen mucho pero cumplen poco». Al mes siguiente, completó su primer viaje al extranjero como Secretario de Estado a Centroamérica, donde agradeció al presidente de Guatemala por su apoyo a Taiwán y advirtió a Panamá, El Salvador y Costa Rica que no se acercaran a China.

Las tácticas de Rubio trascienden las advertencias, como lo demuestran estas nuevas restricciones de visas. Revocar visas a extranjeros no es un fenómeno nuevo. Los funcionarios estadounidenses han ejercido durante mucho tiempo los privilegios de visa en esfuerzos anticorrupción para disuadir a líderes extranjeros de aceptar sobornos, malversar fondos públicos o socavar de cualquier otra manera el Estado de derecho. Desde 2021, el Departamento de Estado de EE. UU. ha mantenido y ampliado la «Lista Engel», una lista de figuras centroamericanas presuntamente corruptas a las que se les ha prohibido la entrada a Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos años, a medida que Washington ha intentado competir proactivamente con China en Latinoamérica, las restricciones de visas se han convertido en un método para disuadir a los centroamericanos de desarrollar vínculos políticos, financieros o personales con China.

En marzo de 2023, un miembro panameño de la junta directiva del Canal de Panamá fue detenido en un aeropuerto estadounidense, interrogado durante tres horas y luego se le negó la entrada debido a sus negocios con China. En abril de este año, funcionarios estadounidenses informaron al expresidente costarricense y premio Nobel Oscar Arias Sánchez —quien estableció las relaciones de Costa Rica con China en 2007— que su visa fue revocada debido a sus vínculos personales con China. El reciente anuncio de Rubio indica que podrían producirse más cancelaciones de este tipo, y probablemente disuadirá a los centroamericanos que no desean correr la misma suerte.

China: Manteniendo el compromiso y condenando a Rubio

Estas restricciones llegan en un momento crucial en las relaciones de China con Centroamérica. El año pasado, China prohibió la importación de café y macadamia guatemaltecos, aparentemente debido a la continuidad de las relaciones del país con Taiwán. Unos meses después, en Belice, un líder parlamentario indicó que podría romper relaciones con Taiwán y establecerlas con China si es elegido primer ministro. En Honduras, donde unas elecciones cruciales en noviembre determinarán las futuras relaciones del país con China, Pekín ha estrechado lazos con los gobernantes, recibiendo a una delegación del partido gobernante y a más de 20 alcaldes hondureños en visitas gratuitas a China. Las restricciones de visas de Rubio parecen ser un claro esfuerzo por frenar estas tendencias.

Por su parte, Pekín no ha quedado satisfecho. En respuesta a las nuevas restricciones de visados, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino declaró: “China expresa su firme insatisfacción y firme oposición a los ataques y difamaciones infundados de Estados Unidos, su flagrante diplomacia coercitiva y su injerencia en las relaciones entre China y Centroamérica. Estados Unidos, con su estrategia de visado, no intimidará a quienes tienen una visión clara ni detendrá la tendencia histórica de desarrollo de las relaciones entre China y Centroamérica”. Rubio, por su parte, tiene prohibido entrar en China desde 2020 por criticar las prácticas del gobierno chino en materia de derechos humanos.

En una llamada con el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, el 10 de septiembre, Rubio se mostró dispuesto a comunicarse abierta y constructivamente con Pekín sobre asuntos bilaterales entre ambos países. Sin embargo, en Latinoamérica, se muestra firme para contrarrestar a Pekín, indicando a los centroamericanos que pueden interactuar con China, pero que eso podría impedirles realizar viajes de turismo, visitar a familiares o realizar negocios en territorio estadounidense.

Autor

Candidato a Doctor en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Oxford. Máster en Filosofía (MPhil) en Estudios Latinoamericanos por el St. Antony's College de la misma universidad.

spot_img

Artículos relacionados

¿Quieres colaborar con L21?

Creemos en el libre flujo de información

Republique nuestros artículos libremente, en impreso o digital, bajo la licencia Creative Commons.

Etiquetado en:

COMPARTÍR
ESTE ARTÍCULO

Más artículos relacionados