Coautor Tomás E. Creelman P.
Una visita de empresarios rusos, reservada sino clandestina, habría sido el motivo por el cual la élite que rodea al presidente guatemalteco Giammattei, decidió que la fiscal general Consuelo Porras le mostrara la puerta de salida al fiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval. El despido el pasado 23 de julio, sin siquiera cuidar las formas, se debió a que las investigaciones de Sandoval se estaban tornando intolerables para esta élite, que desde tiempo tenía en la mira al díscolo funcionario.
Un fiscal despedido
Sandoval, quien se desempeñaba como jefe de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Impunidad (FECI), declaró ese mismo día ante la prensa que había encontrado claros indicios respecto a ciertas acciones del presidente Alejandro Giammattei. “Obtuvimos información de la presencia de personas de nacionalidad rusa en casa del presidente a finales de abril, principios de mayo. (Además) nos dijeron que llegó dinero en efectivo a una casa en la zona 15.
¿Por qué recibiría el presidente dinero en efectivo de estas personas? Ni bien inició las investigaciones en torno al tema, el fiscal Sandoval fue bloqueado por la fiscal general Consuelo Porras. Pero hoy se sabe que, efectivamente, a finales de abril llegaron al país inversionistas de origen ruso de la empresa Maya Níquel, una de las mineras que explora y extrae níquel en los departamentos de Alta Verapaz e Izabal.
Los negocios de los visitantes
Según datos aportados por la investigación de la FECI, el objetivo de los propietarios de MayaNíquel es el puerto Santo Tomás de Castilla sobre el golfo de Honduras, en la costa del Caribe guatemalteco. La empresa pretendería operar su propio muelle y construir una terminal para embarque y desembarque de su producto.
En enero, Marina Pozzi-Pedulla, directora del International Metal Supply Holding, un conglomerado financiero con sede en Lugano, Suiza, remitió una carta a la Gerencia General de la Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla (EMPORNAC) para explicar sus intenciones: “Expresamos nuestro interés formal en el arrendamiento por un plazo no menor a 30 años de una porción de terreno de 150 mil metros cuadrados dentro del área conocida como Arenal del Puerto”
La gerente explicaba en su misiva que la compañía suiza conformaría una sociedad anónima en Guatemala que operaría bajo el nombre de Atlantic Bulk Cargo (ABC). El objetivo de esta nueva empresa sería arrendar los terrenos solicitados, desarrollar el proyecto y operarlo por un plazo mínimo de tres décadas. En marzo de este año, dos meses después de esta carta, el Registro Mercantil de Guatemala recibió la inscripción de ABC, cuya dirección comercial es la misma sede de MayaNíquel.
Al igual que ABC, MayaNíquel también pertenece al mencionado holding con sede en Suiza. MayaNíquel no exporta el mineral depurado, sino toneladas métricas de tierra cargadas de minerales, cuyo contenido específico es desconocido. La operación del área pretendida en Puerto Santo Tomás de Castilla, permitiría a la minera, exportar con mayores facilidades y rapidez dichas cantidades de tierra “en bruto”. Es evidente que la concentración de níquel u otros minerales es muy alta, para justificar la exportación de toneladas de tierra sin procesar.
Visitantes poco discretos
Aunque los empresarios rusos y el gobierno pretendieron dar a la visita un carácter reservado, los aparatosos desplazamientos, los lujosos aviones y hasta la forma en que rentaron habitaciones en los hoteles cinco estrellas donde se alojaron no pasaron desapercibido. Demasiados misterios para una visita que debió ser normal si de inversionistas extranjeros se trataba.
Los rumores nacidos en el entorno de los chapines que los recibieron y acompañaron, indican que uno de los inversores sería el kazajo Alexander Mashkevich, quien ha estado en la mira de Washington por supuestos nexos con actividades que Estados Unidos considera perjudiciales para sus propios intereses.
Tanta reserva generó sospechas. El diputado Carlos Barreda, de la Unidad Nacional de la Esperanza e integrante de la Comisión de Economía del Congreso, ha admitido que si bien estas inversiones pueden ser una oportunidad para Guatemala, “el problema es que no hay nada claro; no se conocen las condiciones del eventual contrato, lo cual es preocupante, pues no sabemos si solo es un arrendamiento como tantos o estamos comprometiendo algo más”.
Cabe señalar que el año pasado, Wilbur Ross, Secretario de Comercio estadounidense, mediante una misiva dirigida al presidente Alejandro Giammattei, manifestó su “profunda preocupación” por la falta de controles de seguridad de cargas. Ross agregaba que Guatemala debía mostrar a la comunidad empresarial que es un socio confiable y seguro para concretar inversiones.
¿A qué se refería el funcionario? Quizás a la posibilidad de contrabandos a gran escala, pero fundamentalmente al ilegal trasiego de drogas, algo en lo cual algunos puertos centroamericanos han demostrado ser muy vulnerables como es el caso de Puerto Cortés en Honduras.
La respuesta de Giammattei ante el escandalete desatado fue simple, concreta y breve: “en los últimos días ha habido comentarios falaces que rayan en la calumnia y difamación, sobre la supuesta visita que recibí de ciudadanos rusos que eran portadores de maletas con dinero”. Sin embargo, no aclaró qué querían los visitantes.
Sin embargo, recientemente Rodolfo Letona, presidente de Junta Directiva de EMPORNAC, señaló que el pasado lunes nueve de agosto ABC-MayaNíquel presentó su propuesta y que ha sido recibida para su análisis jurídico, financiero, técnico y catastral. Las cosas están en marcha.
Foto de Roger Wollstadt
Autor
Analista, comunicador y consultor independiente de organismos y organizaciones internacionales. Director nacional de Presagio Consulting Honduras.