Sociólogo y gestor de documentos. Doctor en Ciencias de la Información por el Instituto Brasileño de Inform. en Ciencia y Tecnologia (IBICT) - Univ. Fed. de Rio de Janeiro (UFRJ). Investigador del grupo Estudios Críticos en Inform., Tecnología y Organización Social del IBICT.
El 23 de junio, el club de fútbol Vasco da Gama, fue sancionado con la prohibición de que ingrese audiencia a su estadio por los incidentes ocurridos tras un partido del campeonato brasileño.
En cuatro años de gobierno, Jair Bolsonaro ha impuesto el secreto centenario al menos sesenta y cinco veces sobre datos de personas de su entorno, y para ello ha usado la excusa de proteger su privacidad.
La política de información de los países desarrollados en materia de gestión de fronteras, movilidad humana y asilo se basa en la vigilancia permanente de los grupos considerados indeseables.
Hay un movimiento para romper con el esquema de producción de conocimiento actual, basado en la monopolización del conocimiento por parte de los grandes grupos editoriales corporativos con sede en los países desarrollados.
En las primeras décadas del siglo XXI, la tecnología digital está mostrando su cara más invasiva en diversos sectores de la vida humana. Esto plantea el dilema ético de los riesgos para la privacidad de las personas.
La CT&I se ha visto gravemente afectada por los recortes de la inversión pública en investigación, enseñanza y formación de recursos humanos. Esto demuestra la vulnerabilidad de los países de la periferia a las oscilaciones políticas y económicas, debido a la falta de políticas estatales sólidas.
En medio de la gravísima pandemia de la COVID-19, se está profundizando una crisis política continua. Un cambio importante en un momento tan crítico revela una falta de comprensión de la gestión sanitaria en general y de los consiguientes impactos que esta acción causa en la información que está dirigida a la población.
