Cientista político. Profesor Titular de la Universidad de Guanajuato (México). Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Florencia (Italia). Sus áreas de interés son política y elecciones de América Latina y teoría política moderna.
¿Es conveniente mantener con una Constitución que ha sido remendada sistemáticamente pero sin una profunda reflexión sobre su democraticidad? Quizá no es el momento de cambiarla, pero tampoco se debiera aplazar una actualización que involucre a la ciudadanía.
La mayoría de los gobiernos latinoamericanos opta por el silencio ante atrocidades en otras regiones, como las guerras en Ucrania y Medio Oriente, ya sea por la "autodeterminación de los pueblos" decimonónica o el temor a ser juzgados internacionalmente con la misma vara.
En los últimos años en América Latina se ha asistido a un lento y a veces inadvertido proceso de control ilegítimo de las cortes supremas por parte de los presidentes.
En las últimas dos décadas se ha visto una militarización de diversos sectores de la administración pública en países como Bolivia, Brasil, México, Nicaragua, El Salvador y Venezuela.
El reconocimiento del papel político de los tribunales y las cortes supremas se debe a los procesos de democratización que llevó a profundas reformas constitucionales para afirmar derechos políticos, sociales, económicos y culturales.
Todos los mecanismos que permitan a la ciudadanía ver concordancia entre su vida cotidiana y la política en las instituciones pueden mejorar la calidad de la democracia y acercarla de nuevo a la política.