La revolución de la inteligencia artificial enfrenta su propio espejo: los algoritmos también heredan los sesgos y desigualdades de la sociedad que los crea, y comprenderlo es clave para construir una IA verdaderamente inclusiva.
En una región marcada por profundas desigualdades, la inteligencia artificial refleja y amplifica los sesgos de género de la sociedad, convirtiendo un desafío tecnológico en un problema de desarrollo humano.
En América Latina, miles de niños crecen sin pensión alimentaria mientras sus padres incumplidores eluden sanciones, en una región donde la impunidad frente al abandono paterno sigue siendo la norma y no la excepción.
América Latina ha avanzado con leyes de paridad que abren espacio a las mujeres en la política, pero la igualdad sustantiva sigue siendo el gran desafío pendiente.
La ONU tiene en 2026 la oportunidad histórica de elegir por primera vez a una mujer como Secretaria General, rompiendo 80 años de exclusión. América Latina cuenta con líderes calificadas que pueden aportar legitimidad, igualdad y un liderazgo transformador.