¿Es conveniente mantener con una Constitución que ha sido remendada sistemáticamente pero sin una profunda reflexión sobre su democraticidad? Quizá no es el momento de cambiarla, pero tampoco se debiera aplazar una actualización que involucre a la ciudadanía.
La Cámara aprobó y dio tránsito hacia el segundo trámite constitucional en el Senado, el proyecto que crea un nuevo sistema de pensiones mixto. Pero, si bien el proyecto ingresado fue aprobado en general, varios de los aspectos medulares no fueron incluidos.
Coautor Gabriel Galán Melo
Ecuador celebrará una nueva consulta popular que propone reformas constitucionales en temas como la extradición de ecuatorianos, la autonomía de la Fiscalía General del Estado o la reducción del número de asambleístas.
Es innegable que Perú se dirige hacia la creación una Asamblea Constituyente, que llegará tarde o temprano. La pregunta es ¿quiénes liderarán dicha institución?
La corrupción ha llevado a que la clase política y sus instituciones ingresen en una espiral de deslegitimación incontrolable. En Ecuador la popularidad del presidente y la Asamblea no llega a dos dígitos; en Perú se asistió recientemente a un golpe parlametario; mientras en Chile se aprobó el llamado a una Asamblea constituyente.
Si bien el momento es propicio para negociar una nueva Constitución para un Chile más democrático, nuevas investigaciones muestran que, a menos que el más amplio rango posible de intereses sociales forme parte del proceso de negociación, las nuevas Constituciones pueden contribuir a perpetuar el autoritarismo