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La creciente influencia de China en la economía de A. L.

En las últimas décadas, el peso de China en el crecimiento de la economía mundial no ha parado de aumentar y se ha acentuado aún más tras la crisis financiera mundial. Mientras que en el año 2000 el gigante asiático representaba cerca del 3,6% del PIB mundial, en 2016 su participación ascendió al 15% del total, y ya era el mayor productor industrial y agrícola del orbe. Esta enorme robustez, no solo ha implicado una radical transformación del país más poblado del mundo, sino que arrastró la economía de regiones tan lejanas como la de América Latina durante la mayor parte de lo que va del siglo XXI.

El comercio bilateral, gracias a la gran demanda de China de materias primas que disparó los precios, fue el principal factor de crecimiento para la región. A partir del 2014, la economía de los países en desarrollo se enfrió y el valor del intercambio entre América Latina y China se redujo durante tres años consecutivos. Sin embargo, en 2017 el valor de las exportaciones latinoamericanas volvió a incrementarse fuertemente con un crecimiento del 25%, acercándose al máximo histórico alcanzado en 2013, según el informe Explorando nuevos espacios de cooperación entre América Latina y el Caribe y China, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

el país asiático desplazará próximamente a la Unión Europea como el segundo principal comprador de productos latinoamericanos

A pesar del fuerte crecimiento impulsado por el aumento de los precios del petróleo y ciertos productos básicos, el intercambio comercial con China sigue siendo considerablemente deficitario. De acuerdo con las proyecciones de la CEPAL, el 10% de las exportaciones de bienes de la región en 2017 tuvieron como destino a China, mientras que de allí procedió el 18% de las importaciones. Si se mantiene la tendencia, el país asiático desplazará próximamente a la Unión Europea como el segundo principal comprador de productos latinoamericanos, por detrás de Estados Unidos, que en el 2010 ya había cedido el primer lugar como principal exportador hacia América Latina.

Por región, el Caribe, Centroamérica y sobre todo México presentan un abultado déficit comercial con China, mientras que América del Sur tiene un saldo prácticamente equilibrado. Los únicos países que presentan superávits comercial son Brasil, Chile, Venezuela y Perú, gracias a la exportación de materias primas, que en el conjunto de la región representan el 26% de las importaciones agropecuarias chinas. Más allá del buen dato del monto de las exportaciones, la composición de estas no es tan alentadora, ya que el intercambio con China sigue siendo básicamente de materias primas por manufacturas.

Otro factor de su influencia económica en la región ha sido su inversión. A pesar de que en 2016 la Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina cayó sensiblemente, ese año China se convirtió en el segundo mayor país inversionista, después de los Estados Unidos, y en 2017 ya aportaba alrededor del 15% del IED total. Sin embargo, las nuevas adquisiciones de China se reducen básicamente a unos pocos sectores como la energía y minería, lo que demuestra que, de momento, su estrategia en la región se centra en los recursos naturales y el abastecimiento del mercado energético. En este marco, Brasil, Perú y Argentina concentran más del 80% de su inversión desde el 2005.

El financiamiento de las economías de la región es el tercero de los tres principales factores de su influencia económica. Según el informe de la CEPAL, los principales receptores del financiamiento fueron Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina, países con importantes yacimientos de hidrocarburos. Y la mayor parte de los préstamos fueron adjudicados para desarrollar infraestructura, extracción de hidrocarburos y distribución y generación de energía.

Según el informe de la CEPAL, en la primera reunión del Plan de Cooperación CELAC-China 2015-2019, las partes expresaron la intención de duplicar el intercambio comercial para 2025. Pero si bien la expansión es un aspecto importante para la región, no solucionará “las significativas carencias que caracterizan las relaciones comerciales entre ambas partes”.


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Autor

jeronimogiorgi@hotmail.com | Otros artículos del autor

Periodista, Máster en Periodismo de la Universidad de Barcelona y en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Complutense de Madrid.

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