Evidentemente las elecciones legitiman a los gobiernos, pero detrás están los procedimientos técnicos sin los cuáles ninguna elección puede considerarse democrática.
En el país andino se ha oficializado una cifra récord de fraccionamiento partidario. En total, 43 partidos políticos fueron habilitados para postular a la Presidencia en las próximas elecciones.
Como en todo proceso de “autocratización democrática”, Noboa necesita moldear el contexto institucional a su imagen y semejanza como lo hizo Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador, Bukele en El Salvador y Donald Trump en Estados Unidos.
No hay escenario más perjudicial para la agenda de equidad económica, justicia social, derechos humanos y fortalecimiento de la democracia en Brasil que el que podría surgir del regreso de la extrema derecha al poder.